Cumpleaños

Cuando en el maletín portamos muchos años, tantos que empiezan a ser una carga y ya no es buena noticia cumplir un año más, los amigos y parientes se regocijan contigo y la pena deja de serlo para ser un balance de pérdidas y ganancias donde el saldo es el cariño sincero y franco que se te demuestra.

Mi saldo es positivo y cada fecha de mi cumpleaños es muy activa recibiendo mensajes, numerosos telefonemas y visitas que me emocionan mucho. ¡Qué bueno! La vida fue inclemente conmigo en mi niñez y adolescencia, pero todo éso ha quedado atrás. No tengo dinero, pero tengo un precioso capital, MIS AMIGOS, especialmente las amigas y mi máximo regalo de la vida, mi hija Aleyda Cristina.

Hoy estoy cumpliendo 56 años y digo: La vida vale la pena. ¡Que viva la vida!

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