Hoy vengo a contarte
cómo mis gladiolos han cruzado
el puente del verano
y cómo el invierno ahogó las ansias
del malinche que floreció en mayo.
Qué bueno que estos geranios
acapararon la exclusividad del blanco
y qué bueno que una huelga de jazmines
me salvaguardó de tus huracanes.
Duele
verte en tu cárcel de mutismos
ofreciendo muecas por sonrisas…
Duele
verte encerrado en un tallo
de azucenas díscolas e irreverentes
tratando de alcanzar la Andrómeda.
Por eso, mientras sigue lloviendo
dejame confesarte con nostalgia
que tu cuerpo de fruta tropical
aplacaba mi sed en mi cama insomne.
Y dejame decirte que tenés derecho a equivocarte
pero no a robarle el brillo a mi estrella.
Nota: La imagen fue tomada de internet.
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Buenos días Melba:
ResponderEliminarEl primer Poema que leo en la mañana el tuyo.
Que tu estrella brille siempre.
Besos, montserrat
La fotografía es preciosa, me gusta la poesía y que hayas vuelto de nuevo por aquí.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Hola Melba, no sabía que habías regresado al Blog. Enhorabuena. Precioso poema. Felicidades.
ResponderEliminarMe gusta el poema, Melba, y también me alegro que sigas publicando en tu blog.
ResponderEliminarNo dejes de escribir, amiga.
Un abrazo
Conchi
♥
ResponderEliminarMuchas gracias, Beto, lo tendré muy en cuenta.
Saludos. feliz fin de semana.
♥