Flor de sacuanjoche

Flor de sacuanjoche
Flor de sacuanjoche-Flor nacional de Nicaragua

domingo, 13 de mayo de 2007

Ajedrez.- Jorge Luis Borges

I
En su grave rincón, los jugadores
rigen las lentas piezas. El tablero
los demora hasta el alba en su severo
ámbito en que se odian dos colores.

Adentro irradian mágicos rigores
las formas: torre homérica, ligero
caballo, armada reina, rey postrero,
oblicuo alfil y peones agresores.

Cuando los jugadores se hayan ido,
cuando el tiempo los haya consumido,
ciertamente no habrá cesado el rito.

En el Oriente se encendió esta guerra
cuyo anfiteatro es hoy toda la tierra.
Como el otro, este juego es infinito.

II
Tenue rey, sesgo alfil, encarnizada
reina, torre directa y peón ladino
sobre lo negro y blanco del camino
buscan y libran su batalla armada.

No saben que la mano señalada
del jugador gobierna su destino,
no saben que un rigor adamantino
sujeta su albedrío y su jornada.

También el jugador es prisionero
(la sentencia es de Omar) de otro tablero
de negras noches y blancos días.

Dios mueve al jugador, y éste, la pieza.
¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza
de polvo y tiempo y sueño y agonías?


Jorge Luis Borges, Argentina, 1899- Suiza,1986

4 comentarios:

Eduardo dijo...

Bueno, ya te he puesto mis comentarios en el taller.
Te mando un beso

Unknown dijo...

Ajedrez, dados, cartas... seremos realmente victimas del azar?.
Bicos galaicos

Luar dijo...

...
Todo lo que es serio poco nos importe,
Lo grave poco pese,
El natural impulso de los instintos
Que ceda al inútil goce
(Bajo la sombra tranquila de la arboleda)
De jugar un buen juego.

Lo que llevamos de esta vida inútil
Tanto vale si es
La gloria, la fama, el amor, la ciencia, la vida,
Como si fuera apenas
La memoria de un juego bien jugado
Y una partida ganada
A un jugador mejor.

La gloria pasa como un fardo rico,
La fama como la fiebre,
El amor cansa, porque es en serio y busca,
La ciencia nunca encuentra,
Y la vida pasa y duele porque lo conoce...
El juego del ajedrez
Se prende a toda el alma, mas, perdido, poco
Pesa, pues no es nada.

¡Ah! bajo las sombras que sin qu'rer nos aman,
Con un vaso de vino
Al lado, y atentos sólo a la inútil faena
Del juego de ajedrez
Pese a que el juego sea apenas sueño
Y no haya pareja,
Imitemos a los persas de esta historia,
Y, mientras afuera,
O cerca o lejos, la guerra y la patria y la vida
Llaman por nosotros, dejemos
Que en vano nos llamen, cada uno de nosotros
Bajo las sombras amigas
Soñando, él las parejas, y el ajedrez
A su indiferencia.

Odes de Ricardo Reis

DePaco dijo...

Ni jaque ni mate, ni peones ni reyes, nada de tableros cuadriculados, fuera los odios por el color...el oriente es el occidente para los orientales, el occidente, su oriente. Omar no tiene derecho a emitir sentencia!
¡Viva el juego! ¡Viva la vida!