Para aprender a amar.

¿Es el amor un arte? Esta pregunta se la hizo hace algunos años un hombre que dedicó su vida a estudiar la mente y el comportamiento humano y que se llamó Erich Fromm.

 Él se dio cuenta que pese a que todos los seres humanos están sedientos de amor, a menudo se  sienten solo,  angustiados y hasta abandonados. Hoy queremos dar a conocer algunas de sus ideas.

El ser humano está deseoso de ser aceptado y de que lo quieran. Pero busca primero ser amado y no amar. Y para lograrlo, busca el éxito, tener muchas cosas materiales, ser muy atractivo, usar la ropa que más llame la atención, ser siempre muy simpático y todas las cosas que hagan posible que los demás lo amen. Y en esa búsqueda pasa toda su vida y en lugar de sentirse alegre y lleno, se siente más solo cada día, más insatisfecho y más infeliz.

.Y es que el amor comienza a nacer en lo más íntimo de la persona y de allí va creciendo poco a poco. Entre más se quiera y se conozca a ella misma, más capacidad va a tener de darle a los demás sus alegrías, sus ilusiones, sus sueños y su conocimiento. En otras palabras, será capaz de dar su vida sin esperar nada a cambio porque sabrá sin duda alguna, que su vida es la mayor riqueza que tiene. La comunicación es de corazón a corazón, de alma a alma con los demás. Esta es la llave que hace posible que las otras personas deseen también compartir con ella su mayor tesoro, que es su propia vida.

.Pero además de dar, hay también cinco cosas que no pueden faltar cuando se ama: el cuidado, la preocupación, el respeto y el conocimiento.El cuidado y la preocupación son como el cuidado que da una madre  su hijo y su preocupación por darle bienestar.

Lo tercero es la responsabilidad. Ser responsable significa estar dispuesto a responder por aquello que se ama. Por ejemplo, la congoja de un hermano, no es solamente de de él, sino que se siente como propia.

El cuarto elemento es el respeto. El respeto es desear con todas las fuerzas del corazón, que la persona amada crezca y se desarrolle, que sea capaz de demostrar con alegría sus diferencias, sus gustos y aquellas cosas que tiene en común con nosotros.

Respetar a la otra persona no es dominarla ni exigirle nada.

Lo último es de igual importancia que lo demás. Es preocuparse por entender y conocer al otro. No se puede respetar a una persona si no se le conoce, ni tampoco existirían el cuidado, la preocupación y la responsabilidad.

.El amor es un arte que hay que aprender. Y para aprender hay que tener constancia y paciencia. El ser humano necesita tiempo para conocerse a sí mismo. Necesita tiempo para aprender a quererse y aceptarse. Cuando se dé cuenta que su vida es su mayor tesoro, que tiene la capacidad de mejorar cada día y que desea darse a las demás personas tal y como es, estará listo para amar y encontrar la felicidad.

.Tomado de Almanaque de Escuela para Todos.