www.laprensa.com.ni Opinión 13 de mayo 2007
Por Jorge Eduardo Arellano
Con motivo del IV Congreso Internacional de la Lengua Española, celebrado recientemente en Cartagena de Indias, el diario madrileño El País solicitó a los 22 directores de las Academias del mundo hispanoparlante señalar los rasgos distintivos del español hablado en cada uno de sus países. Y el primero fue el voseo, es decir, el uso del vos como pronombre en la segunda persona del singular en lugar de tú, fenómeno singularmente apreciable a lo largo y ancho de Argentina (en todos los niveles y contextos) y de Nicaragua.
También es característico de los otros países centroamericanos y está presente tanto en Venezuela (región andina y zona de Maracaibo) como en amplias zonas de Colombia, aunque allí tiene más prestigio el empleo del tú en los estratos altos. Asimismo, en Uruguay se halla extendido un voseo sin abuso de confianza como el argentino y otro en Chile, menos relevante, entre jóvenes de las clases media y alta.
Para los ladinos o mestizos de Guatemala, tú posee valor social alto, sobre todo entre mujeres. En Honduras hay predominio de usted entre trabajadores y en el ámbito rural, más el voseo está generalizado. Sin embargo, John M. Lipski afirma que se ha establecido en el habla urbana actual una tripartición: vos como pronombre de solidaridad, tú en el nivel de la familiaridad; mientras que usted —como en Nicaragua— marca distancia y respeto. Matías Romero, por su parte, ha detectado la mezcla y confusión del tú y del vos con sus respectivas formas verbales: “Tú sos el culpable”, “¿Creés tu que sos capaz?”, “Vení a ver si eres capaz”.
En la práctica, los centroamericanos conjugamos: “vos cantás”, “vos tenés”, “vos pedís” con acento agudo; pero en el Río de la Plata es más acentuado que en ninguna otra área. Particularmente, los nicaragüenses convertimos la /s/ en /j/ en el vos y la suprimimos en las desinencias prototípicas -ás, -és, -ís. Al mismo tiempo, conjugamos “vos amaste” y “ustedes amaron” (en vez de “tú amaste” y “vosotros amáis”) por citar el pretérito del modo indicativo.
Nuestro voseo y sus correspondientes formas verbales tienen de escenario la familia y el vecindario, el ámbito de la calle, el trabajo y las fiestas; dirigido a destinatarios de todas las edades, se ha proyectado incluso en la publicidad. Por ejemplo, el anuncio —impreso en END del 9 de febrero del 2000— de la empresa BellSouth, de aparatos móviles o celulares, decía: “Ya/tenés/ganada/la mitad del/beso”: texto paralelo a la imagen de un rostro femenino cortado perpendicularmente.
En relación con el pronombre de la segunda persona del plural, decimos ustedes en lugar de vosotros, como en toda América, Canarias y Andalucía. El vosotros se ha quedado restringido al espacio castellano-leonés en sentido histórico. De manera que la más importante peculiaridad morfosintáctica del español americano es la total ausencia del pronombre vosotros, sustituido por ustedes. “En todo caso —acota José G. Moreno de Alba— puede hacerse notar que en la literatura —lengua escrita—, sobre todo en épocas anteriores, tiene vigencia en el pronombre vosotros, pero no en la actual lengua hablada americana”.
El fenómeno del voseo en Argentina y Nicaragua ha sido explicado por el desarrollo más lento e irregular de la variante andaluza o atlántica del español, por estar ambos territorios, durante la época colonial, alejados de los centros virreinales. No fue el caso, por ejemplo, de México y Perú, y del español hablado del Caribe hispano, donde se destaca la presencia del tú sujeto en expresiones de tipo “¿Qué dices?”, “¿Dónde estás?”, “¿Dónde vives?”, utilizadas en las restantes provincias de la lengua. Sin embargo, en Cuba, Puerto Rico y República Dominicana, la presencia de dicho pronombre forma parte de la norma de prestigio: “Qué tú dices?”. “¿Cómo tú estás?”. “¿Dónde tú vives?”. El tú, incrustado en las estructuras indicadas, constituye un principio dialectal y una variante del sistema.
Así lo explica en el texto aprobado por las Academias en el Congreso de Medellín —a editarse en 2008— de la Nueva Gramática de la Lengua Española, de dimensión panhispanoamericana. Es decir, por primera vez, abarcará a todos los fenómenos que tipifican el español de América frente al español peninsular, entre ellos el voseo “que no tiene paralelo —observa Humberto López Morales— en ninguna región española, pues tanto de la Península como de las islas Canarias desapareció hace ya varios siglos”.
En el siglo XVIII ya consigna nuestro vos el manuscrito de El Güegüense, localizado en el parlamento 228, cuando el protagonista pregunta a su hijo putativo Ambrosio de qué manera embarazó a una dama. “De dormir con vos, Güegüense” —le responde. En el siglo XIX, Juan Eligio de la Rocha consideraba “un error de propiedad gramatical” su uso en lugar del tú, “para los inferiores e iguales en el trato familiar, y así dicen: vos lo dijiste, no hablo con vos en lugar de tú lo dijiste, no hablo contigo. Y en el XX Alfonso Valle lo satanizó al definirlo como “tratamiento vulgar y plebeyo, que para desgracia y vergüenza nuestra es común a todas nuestras clases sociales”. Y en 1992 Enrique Peña Hernández sostenía: “En cuanto al tratamiento, se debe decir que en Nicaragua existe el voseo de modo total, en todas las esferas de los hablantes”.
A nivel de lengua escrita, el uso del vos tiene en Hernán Robleto (narrativa, teatro) y Ernesto Cardenal (poesía) notables pioneros, y el último seguidores. Pero no quiero entrar a fondo en la fisonomía de nuestro voseo y en su dinámica sociolinguística. Ya han trabajado en esas direcciones, respectivamente, el alemán Eberhardt Thiemer y el cubano-estadounidense Alberto Rey.
Basta referir que en Nicaragua ya no se considera el voseo —como en tiempos de Alfonso Valle— un vicio de dicción. Por el contrario, “aquí es vivo, actual, actuante y, por tanto, norma, lo cual no impide el uso y el tratamiento del usted” —apuntó Julio Valle-Castillo en los años ochenta. Somos, pues, después de los argentinos, los mayores voseantes del idioma.
El autor es director de la Academia Nicaragüense de la Lengua
Por Jorge Eduardo Arellano
Con motivo del IV Congreso Internacional de la Lengua Española, celebrado recientemente en Cartagena de Indias, el diario madrileño El País solicitó a los 22 directores de las Academias del mundo hispanoparlante señalar los rasgos distintivos del español hablado en cada uno de sus países. Y el primero fue el voseo, es decir, el uso del vos como pronombre en la segunda persona del singular en lugar de tú, fenómeno singularmente apreciable a lo largo y ancho de Argentina (en todos los niveles y contextos) y de Nicaragua.
También es característico de los otros países centroamericanos y está presente tanto en Venezuela (región andina y zona de Maracaibo) como en amplias zonas de Colombia, aunque allí tiene más prestigio el empleo del tú en los estratos altos. Asimismo, en Uruguay se halla extendido un voseo sin abuso de confianza como el argentino y otro en Chile, menos relevante, entre jóvenes de las clases media y alta.
Para los ladinos o mestizos de Guatemala, tú posee valor social alto, sobre todo entre mujeres. En Honduras hay predominio de usted entre trabajadores y en el ámbito rural, más el voseo está generalizado. Sin embargo, John M. Lipski afirma que se ha establecido en el habla urbana actual una tripartición: vos como pronombre de solidaridad, tú en el nivel de la familiaridad; mientras que usted —como en Nicaragua— marca distancia y respeto. Matías Romero, por su parte, ha detectado la mezcla y confusión del tú y del vos con sus respectivas formas verbales: “Tú sos el culpable”, “¿Creés tu que sos capaz?”, “Vení a ver si eres capaz”.
En la práctica, los centroamericanos conjugamos: “vos cantás”, “vos tenés”, “vos pedís” con acento agudo; pero en el Río de la Plata es más acentuado que en ninguna otra área. Particularmente, los nicaragüenses convertimos la /s/ en /j/ en el vos y la suprimimos en las desinencias prototípicas -ás, -és, -ís. Al mismo tiempo, conjugamos “vos amaste” y “ustedes amaron” (en vez de “tú amaste” y “vosotros amáis”) por citar el pretérito del modo indicativo.
Nuestro voseo y sus correspondientes formas verbales tienen de escenario la familia y el vecindario, el ámbito de la calle, el trabajo y las fiestas; dirigido a destinatarios de todas las edades, se ha proyectado incluso en la publicidad. Por ejemplo, el anuncio —impreso en END del 9 de febrero del 2000— de la empresa BellSouth, de aparatos móviles o celulares, decía: “Ya/tenés/ganada/la mitad del/beso”: texto paralelo a la imagen de un rostro femenino cortado perpendicularmente.
En relación con el pronombre de la segunda persona del plural, decimos ustedes en lugar de vosotros, como en toda América, Canarias y Andalucía. El vosotros se ha quedado restringido al espacio castellano-leonés en sentido histórico. De manera que la más importante peculiaridad morfosintáctica del español americano es la total ausencia del pronombre vosotros, sustituido por ustedes. “En todo caso —acota José G. Moreno de Alba— puede hacerse notar que en la literatura —lengua escrita—, sobre todo en épocas anteriores, tiene vigencia en el pronombre vosotros, pero no en la actual lengua hablada americana”.
El fenómeno del voseo en Argentina y Nicaragua ha sido explicado por el desarrollo más lento e irregular de la variante andaluza o atlántica del español, por estar ambos territorios, durante la época colonial, alejados de los centros virreinales. No fue el caso, por ejemplo, de México y Perú, y del español hablado del Caribe hispano, donde se destaca la presencia del tú sujeto en expresiones de tipo “¿Qué dices?”, “¿Dónde estás?”, “¿Dónde vives?”, utilizadas en las restantes provincias de la lengua. Sin embargo, en Cuba, Puerto Rico y República Dominicana, la presencia de dicho pronombre forma parte de la norma de prestigio: “Qué tú dices?”. “¿Cómo tú estás?”. “¿Dónde tú vives?”. El tú, incrustado en las estructuras indicadas, constituye un principio dialectal y una variante del sistema.
Así lo explica en el texto aprobado por las Academias en el Congreso de Medellín —a editarse en 2008— de la Nueva Gramática de la Lengua Española, de dimensión panhispanoamericana. Es decir, por primera vez, abarcará a todos los fenómenos que tipifican el español de América frente al español peninsular, entre ellos el voseo “que no tiene paralelo —observa Humberto López Morales— en ninguna región española, pues tanto de la Península como de las islas Canarias desapareció hace ya varios siglos”.
En el siglo XVIII ya consigna nuestro vos el manuscrito de El Güegüense, localizado en el parlamento 228, cuando el protagonista pregunta a su hijo putativo Ambrosio de qué manera embarazó a una dama. “De dormir con vos, Güegüense” —le responde. En el siglo XIX, Juan Eligio de la Rocha consideraba “un error de propiedad gramatical” su uso en lugar del tú, “para los inferiores e iguales en el trato familiar, y así dicen: vos lo dijiste, no hablo con vos en lugar de tú lo dijiste, no hablo contigo. Y en el XX Alfonso Valle lo satanizó al definirlo como “tratamiento vulgar y plebeyo, que para desgracia y vergüenza nuestra es común a todas nuestras clases sociales”. Y en 1992 Enrique Peña Hernández sostenía: “En cuanto al tratamiento, se debe decir que en Nicaragua existe el voseo de modo total, en todas las esferas de los hablantes”.
A nivel de lengua escrita, el uso del vos tiene en Hernán Robleto (narrativa, teatro) y Ernesto Cardenal (poesía) notables pioneros, y el último seguidores. Pero no quiero entrar a fondo en la fisonomía de nuestro voseo y en su dinámica sociolinguística. Ya han trabajado en esas direcciones, respectivamente, el alemán Eberhardt Thiemer y el cubano-estadounidense Alberto Rey.
Basta referir que en Nicaragua ya no se considera el voseo —como en tiempos de Alfonso Valle— un vicio de dicción. Por el contrario, “aquí es vivo, actual, actuante y, por tanto, norma, lo cual no impide el uso y el tratamiento del usted” —apuntó Julio Valle-Castillo en los años ochenta. Somos, pues, después de los argentinos, los mayores voseantes del idioma.
El autor es director de la Academia Nicaragüense de la Lengua
5 comentarios:
Hola Melba.
Vos estás poniendo temas interesantes. En algunos paises de C.A. relacionan a la persona con un estrato social según utilice el Vos o el Tú, lo cual es un error.
En Nicaragua utilizamos el Vos orgullosamente y su uso no es exclusividad de ninguna clase social.
¿Qué opinás vos?
Opino como vos, afortunadamente no es de uso exclusivo. Saludos. Melba
Entre vos y yo...hay mucha agua.
Entre tú y yo, no hay distancia, solo agua.
Aquí en Buenos Aires el vos es lo más común. Lo usamos todos. Yo, vos y el otro, un beso Melbi.
Aquí, hace unos años, se usaba mucho el usted, ahora se usa más el tú, pero a mí me encanta el VOS.
Un abrazo.
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