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No soy la primera mujer que recorre su rostro
y descubre la intensidad de lo vivido
en el peso de sus párpados abultados
sobre el hundimiento de los ojos.
El pliegue vertical en la confluencia de las cejas
hondura del paso de las preocupaciones.
Los paréntesis de la risa abiertos
de la nariz a las comisuras
(hondamente pronunciadas) de los labios
y el cuello de anfibio que ya perdió su elasticidad.
Tal visión descarnada en el espejo,
me llevan, mujer del mestizaje,
a recurrir al consejo de mis mayores:
cuidar la armonía del rostro con el corazón.
Y eso me hace inmortal.
Vidaluz Meneses (Nicaragua, 1944)
♥
8 comentarios:
me gusta,es bonito
La filosofía náhuatl así lo decía: Una vida pura, un corazón que no está lacrado, ni tiene tilde ni mota, es similar a una esmeralda, a un zafiro, perfectamente labrados.
Saludos
UN BESO.MONTSERRAT
REALMENTE UN VERSO PRECIOSO.MONTSERRAT
siempre magnificas tus palabras
besos desde el norte del norte
Llegada a cierta edad crece el alma y le da juventud al cuerpo.
♥
Muchas gracias pos sus visitas y comentarios que dan vida a este blog y alegran mi espíritu.
Salud♥s
hola melba, disculpame por llevar tanto tiempo sin entrar a tu blog
El poema me encanta
"Mis espiritus me dicen lo mismo"
Y creo como ella que soy "inmortal"
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