Flor de sacuanjoche
sábado, 3 de julio de 2010
Parábola de la verdad.
Los discípulos de un rabino, famoso por ser erudito, le preguntaron por qué acostumbraba esclarecer la verdad contando una historia.
Él respondió:
- Todo esto puedo explicarlo contando una parábola sobre la propia Parábola.
"Un dia, la Verdad andaba visitando a los hombres sin ropa y sin adornos, tan desnuda como su nombre.
Y todos que la veían, le daban la espalda de miedo o de vergüenza y nadie le daba la bienvenida.
Así la Verdad recorría, los confines de la Tierra, despreciada y apartada.
Una tarde, muy desconsolada y triste, la Verdad encontró a la Parábola, que paseaba alegremente, con una ropa muy bella y colorida.
Verdad, por qué estás tan abatida? le preguntó la Parábola.
- Porque soy tan vieja y fea que los hombres me evitan, replicó la Verdad.
Qué disparate, dijo la Parábola, ríendo.
- No es por eso que los hombres te evitan.
Toma, ponte una de mis ropas y fíjate lo que pasa.
Entonces, la Verdad se puso una de las lindas prendas de la Parábola y de repente, en todos los lugares por donde pasaba, era bienvenida.
El rabino sonrió y concluyó: Pues la verdad es que a los hombres no les gusta encarar a la Verdad desnuda...
Ellos, prefieren disfrazarla.
♥
Tomado de http://www.enbuenasmanos.com/
Nota: La imagen fue tomada de internet.
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5 comentarios:
HOLA MELBA.
CUÁNTA VERDAD HAY EN ESTA PARÁBOLA.
PERO SI TE FIJAS BIEN TODAS LAS DISTINTAS FILOSOFÍAS TIENES SU VERDAD.
BESOS, Montserrat
Muy cierto. Aunque muchos lamentaron que Paraguay hubiera perdido sólo por la promesa de Larissa
¡Genial! A veces, incluso, la verdad es mal recibida aunque vaya vestida de fiesta. Saludos cordiales.
La pobre Verdad es acosada sin piedad por la Mentira quien anda por todos los rincones de planeta siendo recibida como si fuera una reina.
El ministro de propaganda de Hitler, Goebells, dijo "...mentir mentir mentir que siempre algo queda..."
Un gran abrazo estival desde Dinamarca,
íAN.
Cuánta razón tiene la Parábola. La verdad desnuda es muy dura y fea a veces y hay que disfrazarla, lo malo es que el disfraz hay que quitarlo y nos llevamos la gran sorpresa.
La rosa es preciosa.
Un abrazo, amiga.
Conchi
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