Nació solo.
Creció sin percatarse que el tiempo caminaba tras él,
amó y sufrió en medio de una multitud de ciegos.
Escribió su poema gris del amor y la muerte,
acarició la gloria con furia apresurada.
Colgó su tierno corazón de la rama más alta,
y cuando creyó que ya había hecho todo,
abrió su puerta con angelical curiosidad,
dejándonos impávidos del otro lado,
mientras las estatuas de los parques
lloraban sobre los pájaros silenciados.
Así se marchó, sin despedirse de la tarde,
consciente del ruido de sus pasos que se pierde a lo lejos,
y dejándonos en la boca
el sabor amargo de sus últimos versos,
que caen como la lluvia sobre una calle desolada
en esta noche abominable… que nunca termina.
.
4 comentarios:
Buenos días Melba:
Leerte es aumentar mi cultura y conocer a Poetas.
Gracias por compartir ests Poesia.
Besos, Montserrat
Muy bonito poema en homenaje, según adivino, a Francisco Ruiz Udiel.
♥
Muchas gracias, querida Rosa de Abril. Juan Centeno es un médico nica,escritor, compositor, cantante, guitarrista...Un artista con alma de médico, un médico con alma de artista.
♥Sí, Orlando, según adivino yo también porque Juan Centeno lo colocó en su blog sin más palabras, pero cómo calza cada uno de sus versos. Conocí a Francisco porque era amigo de mi hija, numerosas veces me lo encontré en actividades literarias a las que me gusta asistir. Cuánta tristeza, cuánto dolor sin resignarnos a su pérdida. ¡Pero qué treintrés años de vida tan fructíferos vivió!
Perfecto poema que acentúa mi amor por la vida y mis deseos de vivir.
Gracias Melba!
Desde Hvidovre un abrazo y un beso,
Ian.
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